Hace dos años muchos prometían que de la pandemia saldríamos mejor. La realidad es bien distinta. Hoy tenemos más miedo, somos más hipocondríacos, juzgamos más al otro. Miramos tanto el árbol que hemos dejado de ver el bosque. Somos sociedades peores​.​

El Kofrade con K de hoy se lamenta porque no ha podido sacar el teléfono móvil este año para grabar la hermandad de turno ya que ha llovido durante toda la semana mayor, porque no ha podido tirar la petalá a su cristo o virgen, porque no ha escuchado a su banda favorita después de llevarse 3 horas esperando la recogida y resulta que cuando va a recogerse el paso lo hace en silencio porque es la celebración de la Vigilia Pascual…

Y es que el Señor no da “puntá” sin hilo. Los pantanos están hoy en porcentajes que nos hacen olvidar la sequía. Bendito sea el Señor que a través del agua, que tanto nos beneficia y tanto hemos pedido, nos ha puesto en bandeja una reflexión profunda sobre nuestra Semana Santa. Y lo que hemos vivido hace apenas una semana con tanta lluvia (bienvenida sea pues hacía mucha falta) en la que no han podido procesionar muchísimas hermandades, quizás sea un toque de atención para hacernos meditar sobre los tiempos tan oscuros y bochornosos que existen actualmente en las cofradías. Es cierto que esto ocurría también en los años 80 o 90, pero por aquel entonces no existían ni las redes sociales ni internet, con lo cual hoy se magnífica y se conoce todo a la distancia de un click.

Hay demasiados pseudoperiodistas divulgando en su programa de Salvame Cofrade durante todo el año a las mejores Cofradias, Cuadrillas, Costaleros, Bandas, para posteriormente jugar a los pasitos y se les olvida que lo importante es Cristo y la Virgen María. Se les han visto las costuras a esta Semana Santa que ha girado a Corralera, Chavacana y Hortera. La poca educación, la poca empatía, el poco saber estar que tiene la gente. Cada año acabamos más agotados de tener que soportar esto…

Por desgracia, la Semana Santa se ha convertido en un circo y un show orquestado por unos cuantos para su propio beneficio y cartera. Por ejemplo, vemos que ya hay un número insufible de móviles y pértigas delante de los pasos que molestan al espectador y cofrade de a pie, y nadie dice absolutamente nada. Y que no nos vengan con el cuento de que esos medios lo hacen para los enfermos o gente de fuera que no puede vivir la Semana Santa. No querido amigo, lo hacéis para ganar mucha pasta y enriqueceros de las propias Hermandades. Se os debería de caer la cara de vergüenza.

Para disfrutar de nuestras cofradías desde la otra parte del mundo ya está Onda Jerez o Canal Sur, entre otras, y que hoy se puede disfrutar hasta en Internet.

En las cofradías y en esta sociedad hay falta de Fé, formación, educación y respeto.

Nosotros tenemos claro que la realidad es simple: Ya no tenemos apenas ilusión por la Semana Santa. Es triste, pero es la realidad. La Semana Santa se ha convertido en un negocio. Más cerca del folclore que de la penitencia. Ya lo dijo hace unos años Antonio Moure, Pregonero de la Semana Santa de Jerez, cuando reclamaba la vuelta de la Rotonda de los Casinos. La actual Carrera Oficial «La vistieron de diamante y la llenaron de palquillo». Y cuanta razón tiene y tuvo en su momento.

El otro día nos dijeron que vendrán tiempos aun más críticos y difíciles de soportar. Porque la gente solo se amará a sí misma; son amantes del dinero, fanfarrones, arrogantes (¿Les suenan algunos aquí en Jerez?), blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos y desleales. No tendrán cariño natural, no estarán dispuestos a llegar a ningún acuerdo, serán calumniadores, no tendrán autocontrol, serán feroces, no amarán lo que es bueno,  serán traicioneros y testarudos, estarán llenos de orgullo, amarán los placeres en vez de a Dios  y aparentarán tener devoción a Dios, pero en realidad estarán negando el poder de esa devoción.

Por eso os pedimos que os alejéis de esos Kofrades con K. De este grupo salen personas que con malicia sólo buscan cargarse la Semana Santa alimentando la polémica y echando mierda a todas las Hermandades.

De verdad, hay muchos Kofrades que sobran en este mundo. La Semana Santa no es ajena a la sociedad sino un reflejo de la misma. Esta es la Semana Santa que se nos está quedando. Este es el nivel…

Por no hablarte de ciertos medios de comunicación Kofrades con K que han empoderado a determinadas Hermandades, Pasos, Bandas, Cuadrillas, Capataces, lugares donde ver los pasos, ect .. Es todo una «carrera» de la Fama. En esto se ha convertido la Semana Santa de Jerez y de Sevilla, entre otras…

Decadencia, falta de Fe y de valores cristianos, lucha de egos y de poder, secularismo en las hermandades, hastío de tanto jugar a los pasitos, que si mucho arte, bordados y petaladas, frikismo musical, estético, costaleril. Superficialidad, poco contenido. Sentimentalismo barato, poca Eucaristía, así nos va…

Por cierto, un abrazo enorme a Damián López Cepero, actual Hermano Mayor de la Clemencia, que tras haber vivido un episodio lamentable y bochornoso el pasado Martes Santo, no se merece pasar por lo que ha ocurrido. Conocemos a Damián, y podemos decir que es una persona que lo ha dado todo por su hermandad. Y que haya tenido que dimitir por culpa de unos impresentables de la propia cofradía es para hacérselo mirar por San Benito. Que lástima, y que Semana Santa tan «preciosa» se no está quedando…

Ya lo dijo hace unos días el periodista Victor García Rayo en la televisión: «Antes había una generación de personas que vivimos una Semana Santa más limpia, más natural, más normal, más hermosa, más Cofrade; COFRADE, con C y con mayúscula, COFRADE, de hombres y mujeres que pusieron siempre el amor, el amor hacia su hermandad. Personas que han ido a darlo por todo por su hermandad, TODO, absolutamente todo. A gastar allí su tiempo, su moral, su esfuerzo, sus lágrimas, su dinero. todo. Lo poco y lo mucho. Y de esas personas van quedando cada vez menos.

Y cuando te encuentras personas que cuestionan o critican que banda se pone, que capataz tiene que llevar esa hermandad, que flores debe de llevar ese paso, que vestidor tiene que llevar la hermandad. Todo lo accesorio, todo lo superficial. ¡Que lo importante no es eso!, que eso es temporal, que se diluye, que no sirve, que hay bandas que ya no existen, que hay capataces que ya no están, que otros se murieron y no pasa nada. Y eso se renueva, el que se queda es el Cristo y la que se queda es la Virgen, y tu hermandad, y tu escudo y tu memoria y las personas que están en el cielo que te llevaron a tu hermandad. Eso es lo que vale. Lo demás es accesorio. Lo que no son nada son las personas sin las IMÁGENES. Las personas pasamos, PASAMOS. Y la Hermandad se queda. «

Así que os pedimos un favor muy grande. No permitan que esos Kofrades con K terminen de cargarse nuestra Semana Santa.