La bendita imagen de la Esperanza de la Hermandad de la Macarena de Sevilla volvió ayer al culto después de pasar unos días fuera de su basilica por unas labores de conservación y mantenimiento cuyo resultado no ha dejado indiferente a nadie y que se ha llenado de polémica en la ciudad hispalense.
El encargado de realizar dicha intervención durante cinco días ha sido el profesor Arquillo y su equipo.
A la Virgen de la Esperanza se le ha realizado la sustitución de las articulaciones de los brazos y de la tela que recubre el candelero de la imagen. También se han llevado a cabo reparaciones en la policromía de la cara y las manos, aunque lo que más ha llamado la atención ha sido el cambio de las pestañas por unas más grandes.
El resultado de la restauración no ha sido el esperado y desde primeras horas de la mañana se ha podido apreciar que la virgen parecía otra imagen totalmente diferente. Tanto revuelo ha causado dicha intervención que la hermandad ha tenido que cerrar las puerta de la basílica una hora antes para proceder a una rectificación en la intervención del equipo de Arquillo según informan fuentes de la cofradía.
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